miércoles, 29 de junio de 2011

EVA PERÓN. BUENOS AIRES (I).

Leo en una guía que, en el ranking de intereses de los turistas que visitan Buenos Aires, son tres los temas que ocupan las primeras posiciones: el tango, el fútbol y Evita Perón. Y como siempre hay que escuchar a la mayoría, lo hago porque, en definitiva, se trata de cultura, deporte y política pasados por un tamiz popular.

Hoy, Miércoles de Ceniza, hemos visitado el cementerio de los prebostes argentinos en el barrio de La Recoleta (hemos recordado jocosamente que hace unos pocos meses no entramos al cementerio habanero de Colón porque nos pedían 5 dólares por cabeza). Éste es gratuito.

Aunque había panteones de algunos personajes de la cultura -Bioy Casares, Victoria Ocampo, Lugones (falta el de Borges, demasiado europeo para dejarse enterrar en tierra americana)- destacaban los de los inevitables próceres de la patria argentina y, entre ellos el de la familia Duarte con los viajeros restos de Evita Perón. Un desagradable y sospechoso olor envuelve el muy visitado mausoleo de la cuasisanta argentina, la Evita de los pobres, la responsable del éxito del peronismo en los años 50.
“Volveré y seremos millones” decía en 1952. Y, a decir verdad, volvió muchos años después encarnada en el neojusticialista Julio Medem y los argentinos lloraron por el desastre económico a que los abocó la política monetaria y privatizadora de su sucesor ideológico.

Aún hoy se notan los resultados de aquella política: un 25% de argentinos están por debajo del nivel de pobreza. Un importante número de personas duerme en la calle. Los hemos visto en parques y en la mismísima avenida 9 de Julio. La basura de las grandes avenidas es reciclada cada noche por estos descamisados.

Dicen que la clase media se va recuperando. Tal vez, pero no hay duda de que hay dinero y que, es de suponer, está en las manos de los de siempre. Los espectaculares edificios que se están construyendo en Puerto Madero (una especie de Manhattan argentino) lo confirman, así como la riqueza que se percibe en los barrios norteños de La Recoleta, Palermo, Cañitas...Puerto Madero

Otra situación muy diferente se vive en el sur. Aunque la parte turística del barrio de La Boca ha mejorado drásticamente (las zonas de Caminito o de la Bombonera), la situación en otras partes del barrio es muy mala.

Como anécdota decir que la policía nos pidió que no siguiéramos adentrándonos en una zona del barrio de Boca porque "era peligroso". La televisión habla de otros barrios con situaciones explosivas (p.e. Constitución). Aunque sospechamos un alarmismo interesado, éstos hechos pueden indicar situaciones muy difícles en estos barrios obreros.
No llores por Evita, Argentina. No se lo merece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario